01.

Lo trascendental en esta materia es no dejar que el tiempo pase y tomar acciones legales tan pronto como sea posible, como bien se dice, “el tiempo es oro”, y los plazos corren. Infórmese con su representante legal sobre el estado de sus deudas.

02.

Recuerda mantener siempre una relación cordial y de respeto con el acreedor o deudor.

03.

Cuando las deudas no están prescritas y necesita librarse de ellas cuanto antes, cabe la posibilidad de llegar a un “arreglo extrajudicial” con la otra parte. De la mano con un abogado/a, las partes se ponen de acuerdo, se redacta el arreglo y se presenta ante el juez para su debida homologación.

04.

No solicite créditos personales para beneficio de otra persona.

05.

Recuerda que entre los interruptores de la prescripción encontramos, por ejemplo, la notificación de una demanda de cobro o haber realizado acuerdos de pago en donde se reconoce la deuda.

06.

A la hora de pedir un crédito hipotecario o prendario, puede solicitar seguros de vida y de desempleo.